Sobre la conservación del Patrimonio Inmueble

Conservaciòn-Patrimonio

Por: Gerardo  de la Llera.

Foto: Enro

Hablaremos sobre algunas de las medidas para la limpieza y conservación de las construcciones pertenecientes al Patrimonio Inmueble,  teniendo en cuenta  los materiales con que han sido edificadas como son: mármol, bronce, piedra, hormigón o barro.

Así tenemos, por ejemplo que los mármoles nunca deberán ser pintados, sino sometidos de manera periódica a una limpieza consistente en una solución compuesta por  polvo detergente, amoníaco y agua, aplicándose con un cepillo suave no metálico, siendo permisible el uso de un paño de algodón o lienzo húmedo para secarlo, teniendo la precaución de pasarlos bien por  los intersticios de las piezas en cuestión. No deben usarse ácidos o soluciones alcalinas que destruyan la estructura de los minerales de la superficie, tampoco se deben usar grasas o soluciones que las contengan, ya que la estructura higroscópica y porosidad de este material lo hacen susceptibles a la absorción de las mismas, dejando manchas.

Para los hormigones a vista, estuco, barro, bloques  o ladrillos expuestos, podrán usarse detergentes con agua, aplicándose con cepillos, mientras que los bronces no deben ser pintados, usándose para su limpieza una solución de ácido sulfúrico, disuelto en agua con sal al 10%, aplicándose con un hisopo de algodón. Después de este tratamiento, se debe proceder a frotar con lana de acero (más conocida como estropajo de acero) y posteriormente con un paño de lana de algodón hasta dejar la superficie totalmente pulida.

En el  caso de las piedras como la  Jaimanitas, por ejemplo: empleadas en los muros de la Catedral de La Habana y otras construcciones coloniales o como la Piedra de Capellanía: utilizada en los muros del Capitolio de La Habana y otras construcciones eclesiásticas, se deberán limpiar con agua a presión o arena fina a presión, también conocido como sand blasting. En ambos casos jamás podrán pintarse.

Por último, reiteramos que los patrones de pintura a emplear en las construcciones pertenecientes a los siglos XVII y XVIII serán los siguientes:

Paredes o muros: tonos claros como rosado, azul, amarillo ocre (preferiblemente en lechadas), pudiéndose destacar en blanco, los elementos constructivos.

Los techos de madera deberán ser pintados en azul pálido o verde claro, mientras que la carpintería de puertas y ventanas serán en azul o verde mar. Si hay persianas, estas pueden pintarse en blanco y el marco en azul o verde claro.

La herrería será de colores negro rebajado o verde, raspándose previamente con cepillo de cerdas de acero.

En estos momentos se está realizando la reparación de la fachada de la Casa Museo de Marianao, notable por los elementos arquitectónicos que destacaban las casas quintas de mediados del siglo XIX, con una riqueza excepcional en los trabajos en madera de la puerta principal y sus interiores, así como de sus vitrales. En este proceso se están aplicando parte de las direcciones anteriormente expuestas, las mismas que se prevén implementar en el Proyecto de Restauración de la Casa Museo del Cerro correspondiente a la misma época de construcción.

Radio Habana Cuba

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